El rubio nórdico es un look que requiere muchos cuidados, ya que, como ya te hemos explicado, es un tratamiento agresivo para el cabello. Además, sobre el cabello casi blanco pueden aparecer tonalidades más cálidas o tonos amarillentos que quiten brillo y vitalidad a tu rubio. Por eso es importante que utilices productos específicos para este tipo de cabello. La línea Silver Specific de Mood, por ejemplo, está pensada para evitar la aparición de estos reflejos amarillentos e hidratar tu cabello decolorado.
Siguiendo con todo lo que ya te hemos explicado, este consejo parece lógico: utiliza mascarillas y refuerzos hidratantes que recuperen y mantengan la vitalidad de tu melena. El aceite capilar de Velvet Oil, por ejemplo, contiene aceite de argán, que nutre e hidrata tu cabello en profundidad.
Ten en cuenta que este look necesita mucho mantenimiento. Dado que el rubio nórdico es un color poco común, un tono casi blanco que sería casi imposible tener de manera natural, es posible que las raíces aparezcan y se hagan visibles con más rapidez que en otros tonos. Por eso, deberás acudir al salón de peluquería para repasar tus raíces con más frecuencia.
Aunque siempre puedes apuntarte a una de las tendencias de este año y... ¡Dejar tus raíces al natural!
Son muchos los profesionales que recomiendan esperar 48 horas antes de lavar tu pelo después de teñirlo de rubio nórdico. Así te aseguras que el color se asienta en tu melena, manteniendo su intensidad y no migrando a tonos más cálidos.
Ya sabes que secadores, planchas y tenacillas, o cualquier otro tratamiento de calor, pueden ser muy perjudiciales para tu cabello. Si, además, has elegido el rubio nórdico y ya lo has sometido a un tratamiento agresivo para conseguir este color, es mejor que evites procesos que puedan dañarlo. Aprovecha el buen tiempo para dejar que se seque al aire, ¡hay trucos para hacer que luzca genial sin secador!